Agustín, te fuiste, pero quedarás por siempre en nuestro corazón.
Tu profe Lucas te recuerda como un chico súper carismático, que nos alegraba todos los días, con miles de anécdotas, siempre predispuesto a ayudar y a hacer crecer la disciplina.
Te despedida es inexplicable y repentina.
Desde el club enviamos un fuerte abrazo a la familia Zaurín, que siempre estuvo a tu lado y el de tus 2 hermanos en los deportes que practican en el verde.
Tus padres donaron tus órganos para que sigas viviendo en otro joven.
Hasta siempre querido Cardenal!